Un nómada en busca de historias
- Lauren Espanol
- 17 may 2017
- 3 Min. de lectura

“No voy a desperdiciar un día más de mi vida en algo que no me apasiona”, expresó Ernesto Ríos Cruz. En un local de la pintoresca calle Cerra en Santurce, llamado El Patio de Solé, contó como planifica recorrer Latinoamérica en motora. En un espacio acogedor, rodeado de su motora que sostenía su casco y jacket; se sentó a trabajar en su proyecto.
En el 2015, Ernesto, tuvo la oportunidad de viajar a Cuba, visitar la provincia de Pinal del Río y conoció a un guajiro llamado Omar. Mientras fumaba un puro con Omar sintió el deseo de obsequiarle un reloj que llevaba en su bolsillo y planeaba regalar a alguien que tocara su corazón. “Omar esto es para ti por todas las cosas lindas que me has contado”, citó. En ese momento el tabacalero se tornó nervioso. “Omar, un tabacalero, nunca había tenido un reloj en sus manos. Me contó cómo a Fidel le pertenece un 90% de la producción de su finca y el solo se queda con un 10% para vender a los que lo visitan y poder tener comida para su familia”, relató. Ríos Cruz no entendía cómo era posible que aún en el 2015 existiera una injusticia así y tan cerca de Puerto Rico. “Es por eso que decido llegar a Puerto Rico y renunciar a todo. Quiero viajar el mundo para contar la historia de Omar y conocer los Omares del mundo. Que me cuenten su historia y yo poder transmitirlo a través de una camarita”, explicó. Ernesto quiere lograr que las personas que escuchen sus historias sean agradecidos con la vida y comiencen a vivir de una manera distinta, más plena.
Su proyecto, Nómada 360, comenzará este agosto cuando salga de Puerto Rico a Miami. Una vez llegue a Miami, saldrá a Latinoamérica donde visitará primero Argentina, luego Chile y Uruguay. De Uruguay se moverá a Alaska y terminará en New York. Una cámara, atada a su casco, grabará a 360 grados su travesía y compartirá las historias en sus redes sociales.
Un 16 de marzo de 2005, Ernesto Ríos Cruz, entendió que él tenía que ser ejemplo para su familia. Tras la muerte repentina de su hermano se le acercó un familiar y le preguntó si su hermano tenía hijos a lo que él respondió que sí. La persona le preguntó que como quién él quería que sus sobrinos fueran cuando grandes. Es en este preciso momento que Ernesto se propone ser un ejemplo a seguir.
Ernesto se crió en un barrio de Salinas y tuvo una niñez distorsionada. Su padre no estuvo presente en su crianza por lo que su madre tuvo que echar la familia hacia adelante. Su hermano nunca estuvo en buenos pasos y falleció cuando él tenía 15 años. La muerte de su hermano, a manos de un compañero de escuela, marcó su vida. Ernesto sintió que él debía ser una figura masculina para sus hermanas y sobrinos. Este horrible suceso lo motivó a terminar cuarto año y ser un agente de cambio. “Mi hermano muere y yo renazco”, expresó Ernesto.
“La gente es feliz con tan poco. Me lo enseñó un niño cuando me mostraba su casa allí en medio de una selva en Perú”, contó sobre una experiencia que tuvo al visitar el país. En lo que sale de viaje, Ernesto, se dedica a recorrer la isla y grabar contenido para su proyecto. “Soy un nómada, me quedo donde la noche me coja. Me gusta el 360 que veo”, mencionó con brillo en sus ojos. “Me quiero convertir en un revolucionario, defensor de lo que quede para las próximas generaciones”, concluyó. Sus historias aportarán valor y sentido a la sociedad.
Sigue a Ernesto en su proyecto a través de Instagram @nomada360.
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